Liderazgo de empresas familiares

Liderazgo en la empresa familiar

Artículo publicado el: 09 marzo, 2021

¿Por qué se habla tanto de liderazgo? ¿Qué se espera de un líder? ¿Cuál es la diferencia entre director y líder? Actualmente es cada vez más frecuente que las formas de dirigir sean distintas a las “tradicionales”, en donde el director mandaba y punto, se le tenía que obedecer porque era el jefe, no porque realmente tuviera la razón, sino por imposición.

Ante un escenario distinto donde hemos visto surgir nuevos personajes en todo el mundo, que han venido a revolucionar la forma de dirigir y de liderar, se ha pasado del concepto de jefe autoritario al de jefe líder. En donde se logra que los miembros de la organización realicen sus tareas por convicción propia y de acuerdo a la orientación ofrecida por sus superiores. Los directores que saben imprimir carácter a su ejecución, responsabilidad por el resultado y motivación a sus equipos de trabajo, son capaces de liderar constructivamente una organización.

Líder es la persona con capacidad de dar satisfacción a las demandas de sus seguidores. Cabe resaltar que el líder es seguido por su grupo, y el buen líder es el que aprovecha ese seguimiento para la mejora de cada uno de los integrantes, y no para un beneficio personal, es decir, el buen líder es el que tiene capacidad de servicio, no el que se sirve de los demás para su propio beneficio.

En el contexto de la empresa familiar, el ejercicio de liderazgo además de contar con las características básicas que así lo definen, brota la necesidad de un ingrediente adicional que necesariamente deberá manifestarse al menos en el ámbito de la empresa familiar: la integridad como eje de comportamiento ante los retos muy particulares a los que comúnmente se enfrentan estas empresas es obligado. Un líder verdaderamente íntegro es aquel que dice lo que piensa, hace lo que dice y piensa lo que debe. Ante esta coyuntura el líder en la empresa familiar forzosamente debe integrar estos elementos en su manera de actuar y conducir su organización.

Por otro lado, ante este mismo contexto, el de la empresa familiar, es importante resaltar que:

El verdadero líder que transforma juega un papel trascendental no solo en el momento de conseguir los resultados y el buen manejo y rendimiento de la empresa, sino que también impacta en la vida, el desarrollo y el crecimiento de las personas que lo rodean, que colaboran en su organización y también su propia familia.

Este liderazgo es responsable de ejercer con madurez el rol de quien facilitará la unión familiar con toda la complejidad que esto suponga, el desarrollo del talento de sus integrantes y el que promoverá el crecimiento, la continuidad y la trascendencia de la empresa en el tiempo y los valores familiares que en ella se viven.

Este liderazgo transformador sabe hacer lucir lo mejor de las personas, es inteligente, sensible, generoso, humilde y nunca se cansa de aprender. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard muestra que los líderes que están en el modo de aprendizaje desarrollan habilidades de liderazgo más fuertes que otros.

El estudio se basa fundamentalmente en el ciclo de aprendizaje experiencial que los autores Susan Ashford y Scott DeRue desarrollan, en donde se apunta que el liderazgo se potencializa a medida que se ejercita principalmente alrededor de tres primicias:

  1. El aprendizaje se convierte en un objetivo, de tal modo que se intenta conseguirlo a como dé lugar y la actitud frente a esto es proactiva.
  2. Las oportunidades de aprendizaje se crean y se provocan constantemente, no vienen solas.
  3. El análisis, la retroalimentación sistemática y la reflexión son permanentes respecto de lo aprendido o experimentado.

El entendimiento y la asimilación de estos conceptos resulta importante en el ámbito de la empresa familiar, no solo porque establece que el liderazgo es un tema de formación constante, no necesariamente oneroso al cual se le deben destinar muchos recursos, sino que implica que las habilidades de liderazgo pueden ser sistemáticamente aprendidas y practicadas.

Los líderes no nacen: llegan a serlo a través de sus esfuerzos personales, de un largo proceso en el que van adquiriendo la difícil capacidad de moverse por los demás trascendiendo su propio egoísmo. Ante esto, hay que comprender que no es lo mismo dirigir que liderar, la dirección tiene que ver con la preparación, la planificación y la toma de decisiones para un proyecto u objetivo determinado, el liderazgo está relacionado con los aspectos de la realización de ese proyecto o consecución de cierto objetivo tales como la comunicación, la motivación, el saber delegar y la supervisión. Esto segundo requiere de unas habilidades distintas y una actitud que no todos logran entender.

Para conseguir un ejercicio de liderazgo efectivo, maduro, íntegro y responsable sobre todo en la empresa familiar, es mejor entender el comportamiento humano, que dominar las técnicas de administración y las prácticas de gestión.

El líder en la empresa familiar transita constantemente por dos mundos, el de la realidad y el de las expectativas y todas las presiones y diferencias que puede traer consigo estas dos ideas. Estas expectativas que todos sus integrantes experimentan todos los días y las diferencias que puede haber entre generaciones, se convierte quizás en el reto más grande al que se enfrentan estos personajes.

Lograr un equilibrio entre la expectativa y la realidad, sumado a la emoción, no se consigue de la noche a la mañana y todo depende de la capacidad del líder por entender, procesar y manejar la situación en cada momento y con cada persona sin importar su edad, historia, experiencia y posición en la empresa o la familia.

Por último, conviene mencionar que en la dinámica familiar y casi por naturaleza, las organizaciones experimentan diferentes tipos de liderazgo, en unos casos la presencia de un líder se manifiesta por edad, herencia y hasta tradición, en otros casos se consigue por mérito propio y lo avalan las propias personas, pero su eficacia y la convivencia de estos hacia el interior de la empresa y la propia familia, dependerán de la visión compartida y el trabajo solidario y subsidiario en algunos casos, de los propios líderes.

A fin de cuentas, el liderazgo tiene que ver siempre con las relaciones humanas, el efecto transformador que produce el líder en sus seguidores por lo que es, dice, piensa y hace, el apego y conocimiento de la verdad, la búsqueda del bien común y la preocupación por los pequeños detalles que producen cosas buenas y trascendentes hacia la empresa y con su familia.

En Ceron&Co queremos ser un aliado y una guía para que tu empresa familiar construya su liderazgo con una visión común y de valores. ¡Ponte en contacto con nosotros!

Escrito por: Juan Pablo Cerón de la Torre